miércoles, 7 de marzo de 2007

ORACION DE UN ENFERMO INVALIDO

ORACION DE UN ENFERMO INVALIDO


Señor, nosotros los enfermos, nos acercamos a ti.
Somos los "inútiles" de la humanidad.
En todas partes estorbamos.
No podemos dar nuestra parte a la economía maltrecha del hogar difícil.
Gastamos y consumidos dolorosamente los pobres ahorros
en medicinas, en inyecciones, en apresuradas visitas al médico, en cuidadores o en residencias.

Todos sonríen, nosotros lloramos en silencio.
Todos trabajan, nosotros descansamos forzosamente.
Quietud más fatigosa que la misma labor.
No podemos levantar la silla que ha caído, ni acudir
a la puerta que llaman, ni abrir la ventana al amanecer...

No nos es permitido soñar;
ni amar a una mujer o a un hombre;
ni pensar en un hogar;
ni acariciar con los dedos de la ilusión las cabecillas de
nuestro hijos.

Y, sin embargo, sabemos...
que tendremos reservada para nosotros una empresa muy grande;
Ayudar a los hombres a salvarse, unidos a ti.

Haz, Señor, que comprendamos la sublime fuerza del dolor cristiano.
Que conozcamos nuestra vocación y su sentido íntimo.

Recoge Señor, como un manojo de espigas, en tus manos clavadas, nuestra inutilidad,
para que les des una eficacia redentora universal.

La salvación del mundo la has puesto en nuestras almas.
Que no te defraudemos.
Amén.